Propósitos de año nuevo para una vida más saludable

Un estudio de 2020 del experto Martín Oscarsson encontró que los propósitos de año nuevo más populares tenían relación con estos tres conceptos: El primero, la salud física (33%), seguido de la pérdida de peso (20%) y comer (13%). Queda claro que nos importa nuestra salud y queremos mejorarla, pero no siempre tenemos éxito.

En Centre Odontològic els Quinze queremos ayudarte a conseguir tu mejor versión este 2023. ¡Quédate para  descubrir los mejores trucos y consejos para cumplir vuestros propósitos de año nuevo y caminar hacia una vida más saludable. ¡Empezamos!

¡A por una vida más sana!

Escribir nuevos propósitos a finales de diciembre es muy popular porque refleja la tendencia humana de utilizar los puntos de referencia temporal como método de separación entre el «yo presente» y el «futuro yo». ¿Te suena el, New year, new me?

Estudios del comportamiento humano sugieren que tenemos la tendencia de utilizar estos puntos de referencia, como por ejemplo «comienzo de semana», «año nuevo», «comienzo de trimestre», como método de segmentar nuestra vida en periodos que nos permiten tener presente nuestro progreso y éxito.

Está claro, los comienzos nos motivan. Pero, ¿es esto suficiente para conseguir todo aquello que nos propongamos? Un poco de motivación puede ayudarnos, pero al final, la persona que se va a dormir el 31 de diciembre y la que se despierta el 1 de enero no son tan diferentes.

Uno de los efectos que tiene confiar demasiado en los puntos de referencia temporal es relajarnos unas semanas antes de que lleguen. Me explico, si tu propósito de año nuevo es empezar a comer más saludable, es muy probable que las 2 últimas semanas de diciembre aproveches para ponerte las botas.

Otro de los errores garrafales que se suelen cometer es hacer una lista de propósitos sin acompañarla de un buen plan de acción. La motivación inicial puede ayudarnos a empezar, pero sin un plan de acción todo aquello que nos propongamos acabará en fracaso.

5 consejos para cumplir con tus propósitos este 2023

1.- Escríbelos

No uses únicamente tu mente para hacer la lista de objetivos, coge una libreta y un boli, las notas del móvil o el calendario para tenerlos por escrito. Existe un estudio hecho en 1979 en Harvard que demostró que aquellos estudiantes que escribieron sus objetivos económicos concretos tenían 10 veces más posibilidades de ganar más dinero que aquellos que no lo hicieron.

2.- Crea un plan de acción

Como hemos explicado, tener un plan de acción es sumamente importante. La diferencia entre un sueño y un objetivo es tener un plan. Tómate tu tiempo para escribirlo y seguirlo punto a punto, para que tus propósitos de este año 2023 no caigan en saco roto.

3.- Compromiso

Hay personas a las que les sirve explicar sus objetivos a un gran número de personas (amigos y familiares), así si no lo están consiguiendo sienten que los están decepcionando. Una manera más optimista de conseguir lo mismo es empezar estos propósitos junto a otra persona que tenga los mismos objetivos. Así podréis poneros al día cada cierto tiempo de como vais con los objetivos.

4.- Haz una lista de subobjetivos más pequeños de cada objetivo grande

Comer más saludable o correr una maratón son objetivos finales muy válidos, pero no nos sirven como plan de acción. Si tu objetivo es, por ejemplo, correr una maratón en enero de 2024, puedes ponerte objetivos más pequeños a lo largo de este año: una carrera de 5 km en febrero, una de 10 km en abril, una media maratón en septiembre, y finalmente la maratón en enero de 2023. Así puedes ir tachando estos pequeños objetivos y motivándote por el camino hacia el gran objetivo final.

5.- Motivación intrínseca

Es muy importante que los objetivos que tengas sean realmente prioridades PARA TI. Si lo haces por el qué dirán, porqué te lo ha dicho alguien, etc lo más probable es que no dures mucho con el plan.

La motivación

Hablemos de motivación. Podríamos definirla como aquello que hace que nos movamos, que lleguemos a la acción. Cada persona tiene diferentes motivaciones según algunos factores internos y externos que están determinados mayoritariamente por la genética y el ambiente. Los internos serían por ejemplo el grado de ambición, afán de superación, responsabilidad… Y los externos serían algunos como lograr reconocimiento social, riqueza, satisfacer necesidades básicas, etc.

Más arriba en este artículo os contábamos que para tener éxito con vuestros propósitos es necesario que la motivación que os lleve a querer conseguirlos sea intrínseca. Vamos a hablar de ella.

La motivación intrínseca es aquella que nace del interior de cada uno y es independiente a cualquier tipo de estímulo externo. Es difícil que sea puramente intrínseca en el ser humano ya que vivimos en sociedad, pero seguid con nosotros.

Se ha demostrado que aquellas personas que persiguen objetivos guiados por su motivación intrínseca tienen más probabilidades de conseguir el éxito. Este tipo de motivación se alimenta de 3 factores:

• La autonomía percibida

Si sentimos que podemos hacer eso que nos hemos propuesto por nosotros mismos aumentará nuestra motivación. Si por el contrario no nos sentimos seguros disminuirá. Por esto es muy recomendable contar con profesionales para que nos hagan la vida más fácil, como por ejemplo una Dietista-Nutricionista o un entrenador personal.

• La competencia percibida

Si creemos que se nos da bien nuestra motivación aumentará. Por eso lo que os comentábamos de establecer pequeñas metas antes del objetivo final. Es difícil sentirnos competentes si nuestro objetivo es correr 42km. Proponernos correr 5 es más factible y alimentará nuestra motivación intrínseca.

• El sentimiento de pertenencia

Es por todos sabido que si sentimos que pertenecemos a un grupo es mucho más fácil sentirnos motivados. Rodéate de personas que tengan el mismo objetivo que tú, y si te parece muy complicado empieza por revisar a quién sigues en redes sociales. ¿Apoyan tu objetivo o te alejan de él?

¿Cómo establecer nuestros propósitos?

Existen una serie de pasos que han demostrado científicamente ser muy efectivos para conseguir mantener nuestros propósitos. Te nombramos algunos de ellos.

1.- Establecer una jerarquía de objetivos

• El objetivo superior se trata de la idealización, la perspectiva general que queremos tener de uno mismo. Se trata más de un valor que de un objetivo, y está muy basado en la identidad. Por ejemplo, nuestro objetivo superior podría ser “estar saludable” o “ser una persona más organizada”.
• El o los objetivos intermedios se trata de objetivos más específicos e interpretables. Si nuestro objetivo general fuese “estar saludable”, nuestros objetivos intermedios podrían ser, dormir mejor, hacer ejercicio, y comer más saludable.
• Plan de acción o la base de nuestra pirámide de objetivos debe ser nuestro plan de acción. De cada objetivo intermedio podemos derivar muchísimos objetivos siguiendo la teoría de objetivos SMART (específicos, medibles, alcanzables, relevantes y en un rango de tiempo). Por ejemplo, del objetivo intermedio “hacer más ejercicio” podría derivar: hacer 2 clases de spinning a la semana, una los lunes a las 18h y otra los jueves a las 16h. Importante que sea así de específico.

2.- Establecer objetivos en positivo

Los objetivos positivos entran mucho mejor, establecen un clima de pensamientos positivos y son mucho más amigables. Por ejemplo, es mejor “comer 1 ración de vegetales en la comida y en la cena todos los días”, si nuestro objetivo es estar más sanos que por el contrario “no comer chocolate”. Al final los objetivos y alimentos que entren en nuestro plan “en positivo” ya acabarán desplazando todos aquellos alimentos que no nos convengan tanto, y nuestra mente nos lo agradecerá.

3.- Establecer objetivos flexibles

Si nuestro objetivo es demasiado rígido, cualquier cosa que nos saque de él nos la vamos a tomar como un fracaso. Establecer un nuevo hábito cuesta, y si intentamos hacerlo perfecto desde el día 1 lo más probable es que aguantemos muy poco. Esto se ve muy claro cuando hablamos de dietas estrictas. Es mucho mejor ir adaptando hábitos saludables poco a poco y que estén con nosotros para siempre.

4.- Centrarnos en el proceso y no en el resultado

Si hemos hecho correctamente la jerarquía de objetivos esto lo tenemos cumplido. El resultado sería el objetivo superior o los intermedios, y el proceso sería el plan de acción. Puede ser muy tentador fijarnos en los resultados cuando estamos intentando conseguir algo. Sin embargo, la evidencia nos muestra una y otra vez que lo más favorable es fijarnos en las pequeñas tareas que debemos realizar diariamente. Con esta visión es más fácil mantener la motivación y sin darnos cuenta, un día, habremos llegado a nuestro objetivo principal.