Consejos para mantener una dieta equilibrada

El estrés y el ajetreo de nuestra vida diaria, muchas veces, nos impide llevar una dieta sana y equilibrada. Por ello, son muchos los que hoy en día piden la ayuda y consejos necesarios a una dietista-nutricionista; todo ello, para acabar mejorando su salud física y mental de forma exponencial.

Mantener una alimentación correcta y saludable pasa por tener una dieta planificada. De hecho, si conseguimos los nutrientes necesarios y en las cantidades adecuadas, habremos conseguido el éxito. Eso sí, para ello es recomendable consultar con especialistas en nutrición dietética, para pautar y personalizar una dieta. Esto es importantísimo, ya que no es la misma la energía que exprime diariamente un joven que hace mucho ejercicio, que una persona mayor.

Si quieres aprender a comer bien y mejorar tu estado tanto físico como mental, hoy os presentamos 10 consejos para mantener una dieta equilibrada y sana. ¡Muy atentos!

1.- INCLUYE VARIEDAD DE ALIMENTOS… ¡SALUDABLES!

 

El “come de todo” que se ha dicho hasta la saciedad ya no nos vale. Es importante comer variado, pero no de todo. Cereales integrales, frutos secos, verduras, frutas, lácteos, carne, pescado, legumbres… Todos estos grupos de alimentos conseguirán cubrir tus necesidades energéticas y de micronutrientes.

 

2.- LIMITA EL CONSUMO DE ALIMENTOS PROCESADOS

 

Para seguir una alimentación saludable debemos pensar en reducir el consumo de alimentos ultraprocesados. Los alimentos más saludables no tienen etiquetas, ni listas de ingredientes interminables, y tampoco necesitan alegaciones que demuestren lo saludables que son.

 

3.- COMPRA FRESCO, LOCAL Y DE TEMPORADA

 

De entre los mejores consejos para mantener una dieta equilibrada está el priorizar, siempre que se pueda, el consumo de alimentos frescos y de temporada. Lo cierto es que, una dieta sana no debe suponernos un gran sacrificio, ya que podemos incluir en nuestra alimentación diaria miles de formas de cocinar y un sinfín de productos de nuestro gusto. Si además compramos alimentos de temporada, conseguiremos hacer comidas más sanas, ricas, y más baratas.

La recomendación de nuestra especialista en nutrición y dietética es contar con un calendario de alimentos de temporada. Esta tabla puede servirte de gran ayuda para saber cuáles son las frutas, verduras y hortalizas que debes comprar, dependiendo del mes del año.

 

4.- BASA TU ALIMENTACIÓN EN ALIMENTOS DE ORIGEN VEGETAL

 

Procura incluir una gran cantidad de alimentos de origen vegetal. La dieta mediterránea promueve el consumo de cereales integrales, verduras, frutas, frutos secos, hortalizas, legumbres, pescados y carnes sin exceso de grasas. Esta es la combinación perfecta para conseguir una alimentación correcta y saludable.

No obstante, son muchos los que sienten rechazo por las frutas, verduras y hortalizas. Esto suele pasar si no nos han acostumbrado desde pequeños a incluirlas. Por eso es muy importante aprender diferentes maneras de cocinarlas.

 

5.- ¡NO TE OLVIDES DE LAS LEGUMBRES!

 

La norma nos dice que consumamos legumbres, al menos, dos veces por semana. Aunque, son muchas las familias que no cumplen esta recomendación. Las legumbres deben estar presentes en nuestra dieta, pues tienen un gran interés a nivel nutricional. No solo aportan proteínas, hidratos de carbono y fibra a nuestro cuerpo, sino que también adquieren un alto contenido de minerales y vitaminas.

 

6.- MODERA EL CONSUMO DE CARNE ROJA

 

El consejo para mantener una dieta equilibrada que te damos a continuación no es nuestro, sino que viene prescrito por la Organización Mundial de la Salud. La OMS nos recomienda reducir la carne roja y, en especial la procesada, porque se ha observado que una ingesta excesiva incrementa el riesgo de determinados tipos de cáncer. Por tanto, dentro del seguimiento de una dieta sana, vale la pena tener en cuenta este gran consejo.

 

7.- LIMITA EL CONSUMO DE AZÚCAR

 

Al igual que ocurre con la carne roja, el consumo elevado de azúcar también puede ser perjudicial para nuestra salud. La ingesta excesiva de azúcares o alimentos azucarados puede asociarse de una manera directa a afecciones como la obesidad, otras enfermedades vasculares e incluso a la aparición de caries. Como valor orientativo, la OMS recomienda que el azúcar simbolice un consumo inferior al 5% de la ingesta calórica total diaria.

 

8.- ATENTO A LAS SEÑALES DE HAMBRE Y SACIEDAD

 

Come cuando tengas hambre, no cuando toca. Para que una dieta sea exitosa, es importante ajustar la alimentación a las necesidades de cada persona, teniendo en cuenta su actividad física diaria. Para ello, el cuerpo cuenta con señales hormonales y nerviosas que harán que sepas cuándo empezar y cuándo parar. Si tu alimentación está basada en comida real estas señales deberían ser 100% fiables. Por lo que come despacio, mastica bien y atento.

 

9.- HAZ EJERCICIO

 

Sí, tener una rutina de ejercicio semanal puede ayudarte a comer más saludable. Cuando nos mantenemos activos acabamos estando más motivados con nuestra alimentación, y viceversa. Una cosa no es más importante que la otra, la alimentación es la gasolina que utilizamos para movernos, y necesitamos el ejercicio para estar sanos.

 

10. – BEBE EL AGUA QUE NECESITES

 

No todo el mundo tiene que beber los dichosos 2L de agua al día. Esto va a depender de muchísimas, cosas: de tu tamaño corporal, de si practicas ejercicio, de si te mueves mucho a lo largo del día, del clima que hace y hasta de lo que hayas comido ese día. Estate atento a las señales que da tu cuerpo, atento a tu sed. A menos que bebas muchas bebidas azucaradas o carbonatadas, tus señales de sed deben ser fiables.

A veces nos olvidamos que la comida está compuesta en su mayoría por agua, y si ese día hemos tomado muchos purés, sopa, o fruta es posible que acabemos bebiendo menos agua.

Si eres de los que olvida consumir agua, te damos algunos trucos y consejos para que te sea más sencillo introducirla. Desde Centre Odontològic Els Quinze te recomendamos:

• Si no te gusta el agua sola prepárate tés o infusiones
• Mézclala con rodajas de limón, menta y hielo
• Lleva una botella de agua siempre contigo. A veces nos olvidamos de beber agua y al ver la botella nos lo recuerda