Alimentación consciente: El camino hacia una relación saludable con la comida

Alimentación consciente: El camino hacia una relación saludable con la comida

Debido al ritmo frenético de nuestras vidas, es muy común ver a las personas comiendo sin prestar atención a lo que hacen: están viendo la tele, pendientes del teléfono, hablando con alguien o haciendo esas tres cosas a la vez. ¿Te suena? En el artículo de hoy vamos a explicarte la práctica de la alimentación consciente, una poderosa herramienta para transformar tu manera de comer y nutrirte. Así que, si te interesa, ¡sigue leyendo con mucha atención!

La alimentación está muy ligada a nuestro estado emocional. De hecho, en muchas ocasiones comemos alimentos que hacen que nos sintamos mejor, sin prestar atención a las señales de hambre y saciedad que nos proporciona nuestro cuerpo.

Por norma general, asociamos a cada alimento que consumimos un juicio de valor, muchas veces de forma errónea: “Este alimento es bueno y el otro es malo”, solemos decir de forma automática antes de ingerirlo. Asimismo, cuando consumimos alimentos “malos” nos sentimos mal y generamos emociones negativas que hemos aprendido a gestionar comiendo más (y, en algunos casos, peor). Las personas que nos identificamos con todo esto, nos encontramos en un círculo vicioso muy difícil de romper, facilitando así la aparición del sobrepeso y la obesidad.

Alimentación consciente o Mindful eating - Els Quinze
Alimentación consciente o Mindful eating - Els Quinze

¿Qué es la alimentación emocional?

 

La alimentación emocional es la práctica de consumir alimentos en respuesta a desencadenantes emocionales en lugar de hacer caso a las señales de hambre/saciedad. Este tipo de alimentación suele ser común cuando comemos para hacer frente o suprimir emociones negativas como el estrés, la ansiedad, la tristeza, el aburrimiento o la soledad. Suele estar motivada por el deseo de buscar consuelo, distracción o alivio del malestar emocional, en lugar de satisfacer el hambre física. Esto es humano y completamente normal, pero se vuelve un problema cuando la comida es la única forma que tenemos de gestionar nuestras emociones.

En estos casos, te recomendamos que encuentres 5 minutos en tu día para parar y escribir en una libreta todas esas cosas que hacen que te sientas mejor y que no implican comer ni beber nada. Por ejemplo, hacerte una mascarilla facial mientras escuchas tus canciones favoritas, pintarte las uñas, ver tu película favorita, etc.

Además, y para ayudar a hacer frente a la alimentación emocional, también puede ser muy interesante la práctica de la alimentación consciente.

 

¿Qué es la alimentación consciente?

 

La alimentación consciente, en inglés mindful eating (ME), es una práctica que implica ser consciente y estar presente cuando uno está comiendo, prestando atención al efecto que la comida tiene sobre los sentidos. Consiste en enfocar nuestra atención en los sabores, texturas, olores y sensaciones físicas que experimentamos cuando comemos, sin juicio ni crítica.

Importancia de la nutrición consciente

 

La práctica de la alimentación consciente puede ser una herramienta eficaz para gestionar la alimentación emocional de varias maneras:

 

1. Mayor conciencia emocional

La comida consciente fomenta una mayor conciencia de las emociones y los estados mentales. Al estar más conectados con nuestras emociones y cómo afectan nuestro comportamiento alimentario, somos más capaces de reconocer cuándo estamos experimentando emociones negativas que podrían desencadenar la alimentación emocional.

 

2. Distinguir entre hambre física y emocional

La alimentación consciente nos enseña a sintonizar con las señales de hambre y saciedad de nuestro cuerpo. Aprendemos a diferenciar entre el hambre física real y el impulso de comer en respuesta a emociones. Esto nos ayuda a tomar decisiones alimentarias más conscientes y a evitar comer en respuesta a emociones negativas sin tener realmente hambre.

 

3. Gestión de emociones

Al practicar la nutrición consciente, también desarrollamos habilidades para manejar las emociones de manera más saludable. En lugar de recurrir automáticamente a la comida como una forma de lidiar con el estrés, la ansiedad o la tristeza, aprendemos a reconocer nuestras emociones y a buscar otras formas de enfrentarlas, como la meditación, la respiración consciente o el ejercicio.

 

4. Reconocer la señal de saciedad

La alimentación consciente nos ayuda a desacelerar el ritmo, a saborear cada bocado y a disfrutar realmente de la experiencia de comer, lo que puede ayudar a reconocer más efectivamente cuando nos sentimos saciados y no queremos comer más.

 

5. Reduce la aparición de atracones

Muchas veces recurrimos a la comida como una forma de lidiar con el estrés, la ansiedad o las emociones difíciles. La comida consciente nos permite tomar conciencia de nuestros patrones emocionales relacionados con la comida y aprender a manejar nuestras emociones de manera más saludable, sin recurrir a la comida como única fuente de consuelo.

 

Cómo practicar la alimentación consciente

 

  • Come sin distracciones: Evita comer frente al televisor, el ordenador o el teléfono móvil. En lugar de ello, céntrate completamente en tu comida y en las sensaciones que experimentas mientras comes.
  • Mastica lentamente: Tómate tu tiempo para masticar cada bocado y saborear los sabores y texturas de los alimentos. Esto no solo te ayudará a disfrutar más de tus comidas, sino que también te permitirá sentirte más satisfecho con porciones más pequeñas.
  • Escucha a tu cuerpo: Antes de comer, tómate un momento para sintonizar con tu cuerpo y evaluar tu nivel de hambre. Durante la comida, presta atención a las señales de saciedad que tu cuerpo te envía y detente de comer cuando te sientas satisfecho, incluso si todavía queda comida en el plato.
  • Sé consciente de tus emociones: Reconoce cómo te sientes emocionalmente antes, durante y después de comer. Si notas que estás recurriendo a la comida como una forma de lidiar con el estrés o las emociones negativas, busca otras formas de gestionar esas emociones.

 

Conclusión

 

La alimentación consciente es mucho más que simplemente prestar atención a lo que comemos. Es una práctica transformadora que nos invita a cultivar una relación más saludable y consciente con la comida, a la vez que nos ayuda a desarrollar una mayor autoconciencia y bienestar emocional. Al adoptar la nutrición consciente como parte de nuestro estilo de vida, podemos disfrutar de una alimentación más satisfactoria, reducir la aparición de atracones y conseguir tener una buena relación con la comida.